Por: Ivonne Zamora

San Bernardino volvió a convertirse en el país de las maravillas el pasado fin de semana con la edición 2025 de Nocturnal Wonderland, el festival más longevo de Insomniac que este año celebró 30 años de historia.

Y sí, lo hizo a lo grande: música de primer nivel, producción inmersiva y esa vibra única que solo un rave en medio de la naturaleza puede darte.
El lineup fue un viaje sonoro de principio a fin. El Wolves’ Den rugió con sets de Zedd, Axwell, Eric Prydz y Benny Benassi, que encendieron la pista con clásicos y nuevos himnos.

Para los amantes del drum & bass, el Sunken Gardenfue el lugar soñado, con nombres como Wilkinson, Metrik B2B Grafix y Airglo manteniendo el BPM al máximo.
Los más intensos encontraron su hogar en el Labyrinth, mientras que el Temple Noctem ofreció un escape a los sonidos underground. Y para quienes no querían dormir, el Silent Disco en el camping fue la cereza en el pastel.

Pero Nocturnal Wonderland no es solo música: es experiencia.
Este año, los asistentes disfrutaron de mejoras en el camping, desde baños y duchas más limpios hasta zonas de enfriamiento para sobrevivir el calor californiano. Las instalaciones de arte, luces y performances en vivo convirtieron el parque en un verdadero cuento de hadas electrónico.

Treinta años después, Nocturnal Wonderland sigue siendo un recordatorio de por qué amamos la escena: música que conecta, comunidad que abraza y momentos que se quedan tatuados en la memoria.




